FORRAJE Y TRÉBOL ROJO – BLANCO

Mejor calidad del forraje
Desde hace mucho tiempo se reconoce que la calidad del forraje de las leguminosas, incluido el trébol, es generalmente superior a la de la mayoría de las gramíneas forrajeras. Las legumbres suelen tener un mayor contenido de proteína cruda, digestibilidad y muchos minerales y vitaminas. Los forrajes de leguminosas se digieren más rápidamente que las gramíneas. El resultado es un mejor rendimiento animal.
El rendimiento total de forraje por acre de mezclas de pasto y leguminosas generalmente aumenta en comparación con el pasto solo. Por ejemplo, estudios realizados durante muchos años en la Universidad de Kentucky han demostrado que el trébol rojo cultivado con festuca alta produce un mayor rendimiento total de forraje que la festuca alta fertilizada con 180 lb/N/acre.
Toxicidad animal reducida
Los tréboles pueden desempeñar un papel importante en la compensación de diversos trastornos del ganado causados por otros forrajes, especialmente los pastos forrajeros. En una encuesta reciente realizada en dos estados del sur, se descubrió que “cultivar legumbres con festuca alta” era la estrategia número uno utilizada por los productores de vacas y terneros para hacer frente al endófito de la festuca alta. La tetania del pasto es otro trastorno animal que se reduce o elimina por la presencia de tréboles en la dieta de los animales.
Mayor rentabilidad
El uso de trébol en cultivos forrajeros puede tener un enorme impacto en la economía del pastoreo de animales. Generalmente se reconoce que la nutrición es el principal factor limitante en la mayoría de las explotaciones ganaderas, y las leguminosas suelen proporcionar niveles nutricionales más altos que los pastos. Una mejor nutrición significa una mayor producción de leche, mayores pesos al destete y una mayor probabilidad de una alta eficiencia reproductiva. Estos factores impactan positivamente el ingreso bruto.
Los forrajes de cobertura también ayudan a reducir los gastos al reducir el gasto en fertilizantes nitrogenados, que normalmente representan del 20 al 40% del costo de producir forraje a partir de pastos (y los precios del nitrógeno en general han aumentado desde principios de los años 1970). La semilla de trébol suele costar entre 10 y 25 dólares por acre, dependiendo de la tasa de siembra. Otros costos asociados con el establecimiento de tréboles dependen del sitio de cultivo, la situación y el método de siembra, pero generalmente son menores que los costos de la semilla. A menudo, el valor del nitrógeno fijado por los tréboles compensará con creces el coste de su establecimiento.
Por tanto, el uso de trébol en programas forrajeros tiene doble beneficio. Cuando hay tréboles, el rendimiento animal aumenta mientras que los gastos disminuyen. Los tréboles son plantas verdaderamente sostenibles. Los resultados de la investigación, la experiencia de los agricultores y muchas demostraciones han demostrado claramente que los tréboles son agronómicamente sanos, respetuosos con el medio ambiente y económicamente ventajosos. Mire este video para aprender más sobre cómo mejorar su programa de forraje con trébol”.